Servicio personalizado: un corredor de seguro se debe poner en los zapatos de sus clientes, con la finalidad de velar por sus intereses, garantizando un servicio personalizado, directo e imparcial. Esto debe incluir un análisis y estudios previos de todo lo que el cliente necesita, dependiendo de la situación que está pasando. Por ello deben buscar diversas soluciones para mejorar de manera sencilla.
Servicio adecuado: como se ha mencionada este solo debe asegurarse de resguardar las demandas y necesidades del cliente, ofreciendo un contrato competente, justo y que deje de lado los añadidos innecesarios que beneficien a la compañía aseguradora.
Servicio completo: el corredor debe encargarse de manera personal de los trámites y documentación necesaria para en el proceso de adquisición de póliza. Esto incluye los siguientes procesos, presentación de seguros, formalización del contrato y renovación del mismo. Así mismo se debe mantener presente en caso de cualquier tipo de altercado entre ambas partes, reclamos o siniestros.
Proteger los intereses del asegurado: El corredor no debe mantener ningún tipo de vínculo con la aseguradora, ya que este debe mantenerse equilibrado para defender los intereses del asegurado. Este se mantendrá atento y presente para todo tipo de asesoría profesional y apoyo. Además de ello puede llegar a ser ilegal y penalizado.
Dicho esto no cabe ningún tipo de duda que la correduría de seguros es de total importancia para obtener una asistencia segura en pro a nuestro patrimonio. Así mismo es necesaria para gestionar aquellos trámites que se escapan de nuestras capacidades y hasta el mismo tiempo, librándonos de preocupaciones con respecto a la adquisición de la póliza y dejando todo en buenas manos de total confianza.
