Generalmente, las personas que pueden participar en un seguro dependen por completo del tipo de seguro que se desea adquirir, ya que cada tipo de seguros tienen números diferentes de personas permitidas.
Los seguros de vida por ejemplo son los más comunes que se tratan de otorgar dinero o asegurar la familia de alguna persona que murió y antes de fallecer adquirió el seguro de vida.
Entre las personas que están incluidas en la póliza de algún tipo de seguros, en especial de vida tenemos el asegurador, el asegurado, el tomador, que realiza el contrato y finalmente los beneficiarios de la póliza.
En cuanto al asegurador, se trata de la compañía de seguros fiable que se encuentra en obligación de pagar en caso de que se produzca el siniestro o el incidente el cual estará descrito con detalles en el contrato del seguro elegido.
El asegurado es la persona que desea adquirir el seguro de vida y que desde luego deberá tener conocimiento acerca de las formas en las que según la póliza o contrato que firmará deberá ocurrir el siniestro para que sea cubierto.
Cuando hablamos del tomador de una compañía de seguros, es la persona a la que se le asigna un cliente asegurado y es su deber es modificar o acordar con el asegurado los aspectos de la póliza que a ambas partes les interese.
El o los beneficiarios son las personas involucradas en el contrato que al ocurrir el siniestro o evento acordado pueden salir beneficiados o cubiertos por la empresa aseguradora, éstos se deben fijar por el tomador de seguros asignado.
Esta pare de los seguros en conjunto, son las que causan mayor controversia al adquirir un seguro de vida ya que existen muchas dudas como por ejemplo identificar la diferencia entre el beneficiario y el heredero que no es lo mismo.
Para elegir o designar a los beneficiaros de un seguro de vida, estos deben estar inscritos en la póliza y presentados en forma de testamentos donde el tomador tiene las riendas con exactitud de la cantidad de beneficiarios que desea afiliar.
Existen casos especiales que planteando dudas existenciales como
¿Qué sucede si el asegurado y el beneficiario mueren al mismo tiempo en un seguro de vida? Pues en este tipo de ocasiones es un poco más complicado el asunto.
El tomador no puede adquirir las prestaciones debido a que éstas les corresponden de forma legal al beneficiario que al fallecer por alguna circunstancia al mismo tiempo que el asegurado los familiares deben tomar las prestaciones.
Cual sea que sean las circunstancias es importante asesorarse para elegir a los beneficiarios correctos que realmente requieran de los servicios prestados, pues en el mundo de los seguros todo debe hacerse con mucho cuidado.
De igual forma las compañías de seguros están hechas para afrontar todo tipo de circunstancias y es usted quien debe tener la preparación necesaria a la hora de escoger el seguro que mejor le corresponda.