¿Qué significa riesgo Político para los inversores?


El riesgo político es una clase de riesgo financiero capaz de afectar a inversores, compañías o gobiernos, por lo que puede asemejarse con el riesgo país, al punto de que ambos términos se utilizan casi indistintamente, sin embargo el primero sólo abarcaría una parte de los factores del segundo.

A grandes rasgos, el término hace referencia a la posibilidad de que no se logren los objetivos de una acción económica determinada, o en su defecto, que estos se vean afectados por decisiones y cambios políticos de los gobiernos. En palabras más simples, se puede definir como el  riesgo financiero vinculado a factores que no son propios del mercado incluyendo políticas sociales o eventos relacionados con inestabilidad política.

Por lo general, suele otorgarse un bajo nivel de riesgo político a aquellos países que se encuentre con considerable estabilidad políticamente hablando, ahora bien, esto no tiene por qué obligatoriamente corresponderse con libertad política, puesto que  muchos gobiernos autoritarios se consideran como bastante estables en referencia al riesgo político.

¿Cómo afecta a los inversores?

Existen factores dentro del riesgo político que pueden impactar de manera directa o indirecta el desarrollo de un negocio o de una inversión. Prueba de ello es por ejemplo, un cambio en la política fiscal que para una empresa puede traducirse para en mayores impuestos directos, lo que directamente repercutirá en su previsión de ingresos.

El nivel de riesgo

Es posible hablar de dos niveles de riesgo político: el macro y el micro. A nivel macro tiene un impacto parecido para cada uno de los inversores extranjeros a un país determinado. A nivel micro sólo se verían afectados nichos de mercado específicos o sectores financieros en concreto, inclusive puede hablarse de riesgos políticos asociados a una empresa o proyecto.

Asimismo, una firma puede enfrentar cantidad de tipos de riesgo político, los cuales pueden dividirse a gran escala en:

  • Riesgos extralegales: incluye todo evento que nazca desde afuera de la órbita de la autoridad política preexistente, como sabotajes, actos terroristas, golpes militares o revoluciones.
  • Riesgo legal–gubernamental: es producto directo del proceso político en marcha donde se toman en cuenta eventos como cambios relativos al comercio, subsidios, al régimen laboral, a las inversiones extranjeras y a políticas de desarrollo y monetarias; o a elecciones democráticas que conduzcan a un gobierno nuevo.

¿Cómo medir el riesgo político?

Para efectuar dentro de un determinado país la medición del riesgo político se consideran diversas categorías como la sociedad, la política y la economía.

En los que concierne a la política y la sociedad es estudiada la estabilidad del gobierno, el nivel de corrupción, la vigencia de las leyes, la existencia de conflictos sociales, la injerencia en la política local de las Fuerzas Armadas, la existencia de conflictos externos o amenazas, el riesgo de guerra civil, los niveles de educación y salud, así como los riesgos de terrorismo y las condiciones geoestratégicas. De las variables económicas destacan el déficit fiscal del país estudiado, la inversión, los índices de crecimiento, la deuda y el sector externo.

De ahí la importancia del análisis de riesgo político para se considerado como un instrumento indispensable para empresas al momento de analizar su política de inversiones.